Rafa Nadal, número uno del mundo y primer cabeza de serie del torneo, se impuso al belga Christophe Rochus por un marcador global de 6-0, 6-2 y 6-2 tras una hora y diecisiete minutos de juego, certificando con autoridad el pase a la siguiente fase. El balear, que defiende semifinales en Australia, dejó buenas sensaciones en el choque que cerró la jornada en la Rod Laver Arena.
Rafa comenzó imperial el partido, logrando apuntarse los ocho primeros juegos del partido. Cuando Rochus se sentó en la silla con el marcador luciendo un 6-0 y 2-1 en contra tras poco más de media hora de juego, no pudo más que sonreír. El belga se llevó la ovación del público, que alivió el chaparrón de tenis que le estaba arrojando Nadal. El tenista balear se mostró muy seguro con el servicio, con el que no cedió ni una sola bola de break, y muy contundente desde el fondo de la pista, desde donde desplegó una retahíla de golpes planos, acelerando el ritmo de juego, que no pudo seguir en ningún momento su rival.
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